Gracias a que cada vez es más fácil encontrar alojamientos que admiten mascotas podemos viajar con perro, no tenemos que recurrir a alguien de la familia o conocido ni a albergues donde dejarlos unos días…… pero a la hora de disfrutar de la naturaleza las cosas se pueden complicar.
Vemos carteles por todas partes prohibiendo el paso a perros en parques y jardines, playas y áreas recreativas…. rodeados de basuras humanas….botellas, plásticos, papeles. colillas y, a menudo, pañales y demás basuras humanas. Vemos gente que protesta, con razón, de las heces que algunos dueños de perro no recogen pero no dicen nada de las otras…..que tampoco recogen.
Si lo vemos fríamente, lo de un perro en un par de días desaparece pero las botellas y los plásticos…..muchísimos años y con la consiguiente contaminación del entorno.
Cerca de la Casa del Burrero ya tenemos dos playas, una en Asturias y otra en Galicia, donde podemos disfrutar con nuestro perro y septiembre es un mes estupendo para hacerlo.
Cuando vamos a viajar con perro lo primero que hay que hacer es hablar con el alojamiento indicando que llevamos perro, que tamaño tiene y que normas tienen. Sobre todo por que no todas las habitaciones son iguales y seguro que las hay mejores si el perro es grande, miedoso o le molestan los ruidos desconocidos.
Los que los admitimos entendemos que es un miembro más de la familia, que necesita sus cuidados y atenciones como los demás y que sus dueños saben perfectamente que es sociable y tiene todo en regla.
Respecto a dejarlos solo en la habitación, nosotros no lo permitimos. Por mucho que nos digan que “está acostumbrado”…..lo estará en su casa, no en un lugar desconocido con ruidos y olores que no entiende. Nunca se deja a un niño encerrado en un hotel mientras los padres marchan de juerga……a los perros tampoco.